A menudo, tendemos a hablar de nuestra boca como si sólo importara su estructura, pero es necesario señalar que de nada nos servirían nuestros dientes, encías y lengua sin la ayuda de unas glándulas que se encuentran repartidas por la cavidad oral y que, como parte de ella, también pueden verse afectadas por patologías. Por eso, en Clínica Dental Doctor Santos Crespo te explicaremos lo que debes saber sobre los problemas en las glándulas salivales.
¿Dónde están?
Cuando hablamos de estas glándulas, probablemente todos tengamos en mente, al menos, una ubicación en concreto. Es cierto que algunas se encuentran justo debajo de la lengua, pero, según el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial, también contamos con diversos pares de menor tamaño, repartidos por la cavidad. Estas producen saliva y la segregan hacia la boca a través de aberturas llamadas ductos.
¿Qué les puede pasar?
Como cualquier otra pieza que compone el engranaje de nuestro cuerpo, las glándulas salivales pueden verse afectadas por diversos problemas que pueden comprender un amplio abanico de síntomas a los que debemos atender:
- Mal sabor de boca o dificultad para abrirla.
- Inflamaciones o dolor en la cara, la boca o el cuello.
- Sequedad.
Cualquiera que pueda ser nuestro caso, todos estos problemas pueden responder a infecciones, obstrucciones e, incluso, cáncer, además de otras patologías como el Síndrome de Sjögren, de carácter autoinmune, y la sialodentitis, de carácter inflamatorio.
¿Hay tratamiento?
¡Que no cunda el pánico! Pueden aplicarse distintos tratamientos en función de la raíz del problema, ya sean médicos o quirúrgicos. En el caso de que dicha raíz corresponda a algo sistemático (que afecta a todo el cuerpo), debes acudir al especialista correspondiente. Sin embargo, si el problema se encuentra en una obstrucción glandular, podría usarse un anestésico local para adormecer la zona, colocar una sonda y dilatar el conducto para extraer el cálculo que lo obstruye.
En cualquier caso, es probable que algunos tratamientos causen sequedad en la boca, lo que puede derivar en la aparición de caries o infecciones. Por ello, es recomendable beber mucho líquido (preferiblemente agua), mantener una correcta limpieza de la boca y masticar bien los alimentos para favorecer la salivación.
En entradas anteriores vimos la importancia de nuestra saliva. Como parte fundamental del funcionamiento de nuestra boca, nos corresponde cuidar también de lo que nos permite segregar un protector natural tan eficaz.
¿Tienes problemas en las glándulas salivales? En Clínica Dental Doctor Santos Crespo podemos ayudarte. Esperamos haberte hecho ver la importancia de los problemas que pueden surgir de su malestar. Recuerda que debes acudir al dentista y atender a cualquier síntoma que pueda aparecer.
¡Tu saliva es tu mejor aliado!
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